miércoles, 24 de septiembre de 2008

¿Podemos invocar ángeles?


Hace un tiempo una amiga, con buenísimas intenciones, me dijo que ella estaba enviándome ángeles protectores. Esto es, invocándolos y enviándomelos para que me protegieran en mi camino.

Mi respuesta no se hizo esperar. Solo Dios tiene el poder y la majestad para llamar a un ángel y encargarle una tarea específica.

Nunca pudimos unificar estos criterios y mientras más avanzaba la conversación, yo veía con mayor claridad su confusión.

Este mensaje va con un énfasis especial en esa conversación, querida María.

Una persona del común puede invocar ángeles… aunque sin éxito, y eso es un hecho. De la misma manera yo puedo indicarle a mi gatita que me hable en una lengua que yo pueda comprender, si es el castellano mucho mejor. Es obvio que Sony (mi gatita) no va a responderme en idioma humano y mucho menos en castellano.

El convocar ángeles (invocarlos si se quiere) es atributo exclusivo de Dios. Además, Él es el único que les puede ordenar realizar una tarea específica. Esto lo vemos en algunos ejemplos a continuación.

Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. (Génesis 24, 6)

He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él. (Exodo 23, 20-21)

Por otro lado, si nos ubicamos un poco en nuestra posición dentro de la creación… jajaja solo podemos enseñorearnos de los seres inferiores a nosotros (animales, reptiles, peces y plantas).

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. (Génesis 1, 27-30)

Por más que le busquemos el lado, en este pasaje no se menciona ni por cerca a los ángeles. Entonces, ¿ellos nos deben obediencia a nosotros? Contéstenlo ustedes.

Discúlpenme el atrevimiento. Vamos al salmo 8.

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste,

Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles. Y lo coronaste de gloria y de honra. (Salmos 8, 3-5)

¿Sería posible que ellos, los ángeles, por un instante en su vida pongan la voluntad del hombre (un ser un poco inferior a ellos, pero inferior al fin) por sobre la Voluntad de Su Creador? Confieso que mi curiosidad me llama a decir (imprudentemente) que me gustaría ver esa situación, pero al mismo tiempo entiendo que sería uno de los espectáculos más tristes que verían mis ojos… porque en el momento en que un ángel decida poner la voluntad humana por encima de la Voluntad de Dios, caería de inmediato de Su Presencia.

Para no hacerla tan larga, en el salmo siguiente vemos nuestra realidad:

Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;

Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. (Salmos 100, 3)

Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto. (Salmos 103, 20)


Vuelvo y pregunto: ¿a quién obedecen los ángeles? Digo, por si no ha quedado más que claro.

Ahora veamos el peligro que “invocar” ángeles representa para nosotros, los seres humanos, creaturas inferiores a ellos.

Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. (2 Corintios 11, 13-15)


Hagamos juntos el razonamiento. Si los ángeles de Dios hacen caso omiso a nuestra invocación… entonces, cuando algún iluso invoca a los ángeles protectores, sanadores, curadores, etc… ¿quién está ahí para responderles?

Exacto, quien responde es el mismo diablo o alguno de sus lugartenientes.



Desde ahora ya lo saben, cuando alguien les “envía” ángeles protectores, sanadores, etc, etc … aprendan a decir NO LO ACEPTO.

Recuerden:

13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4, 13)


Si les gusta navegar por el Nuevo Testamento les ofrezco algunas lecturas que les pueden ser de utilidad:


Mateo 4, 10-11

Mateo 13, 41

Mateo 24, 30-31

Marcos 1, 13

Lucas 2, 9-11

1 Pedro 3, 22

Apocalipsis 12, 7


El hombre que cayó en un hoyo